Cultivando el pensamiento crítico: una invitación a la filosofía en la era digital
En los últimos años me he percatado del creciente interés que bastantes personas de diferentes edades y circunstancias tienen hacia la filosofía. Muchas veces esta se presenta como un quehacer que se relaciona con falta de disciplina y rigor, llamando filosofía a cualquier ocurrencia e incoherencia. Pero no es así. Desde mi experiencia, la filosofía se caracteriza por el rigor intelectual, anclado en el pensamiento lógico. Y es este último el que nos permite discernir entre lo verdadero y lo falso, de modo que esta claridad lógica permite desarrollar el sentido crítico y cuestionar aquello que se nos presenta como verdad. En otras palabras, la filosofía tiene la utilidad de que si alguien se te acerca y te dice: "Mira, esto es la verdad", la actitud filosófica nos permite juzgar con cautela aquello que se nos presenta como verdad, de manera que, con base en nuestra educación y experiencia podamos discernir si, en efecto, es verdad o no. 


Despertando la inquietud filosófica


Aquí te podrás preguntar, junto con otros tantos en la historia de la humanidad: ¿Qué es la verdad? Aquí te puedo dar una definición sumamente tradicional: adecuación entre la realidad y el entendimiento. ¿Pero te dice algo? Probablemente no. Y es entendible. Esta pregunta es uno de los grandes problemas filosóficos, junto con otras grandes preguntas: ¿Por qué el ser y no la nada? ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos? ¿Qué puedo conocer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo esperar? ¿Por qué existe el mal si Dios es bueno y omnipotente? Y así podría seguir con muchas preguntas difíciles y, por qué no, muy interesantes. Pero no es el fin de este escrito, que no es otro más que el despertar en ti el deseo de formular preguntas o, mejor dicho, el hacerte consciente de que en algún momento te has realizado estas preguntas desde tu intimidad, en esos instantes donde estás solo.

No temas por realizar preguntas

Paciencia y sabiduría en un mundo inmediato


En este orden de ideas, siguiendo al filósofo español José Ortega y Gasset: "Los grandes problemas filosóficos requieren una táctica similar a la que los hebreos emplearon para tomar a Jericó y sus rosas íntimas: sin ataque directo, circulando en torno lentamente, aptretando la curva cada vez más y manteniendo vivo en el aire son de trompetas dramáticas". Es decir, el hacer filosofía es una labor de paciencia, de trabajo arduo, de sentarse a leer, reflexionar y discutir —con uno mismo o con otras personas—. Y esto, como podrás darte cuenta, es una actitud que va contracorriente al espíritu de nuestro tiempo, caracterizado por una cultura de la inmediatez y del descarte. Donde si algo no me da resultados al instante es desechado. Así que si planeas sumergirte en el vasto océano del pensamiento filosófico, te advierto que no es una tarea fácil. Si no lo has hecho, te anticipo que tendrás que leer las diferentes respuestas que muchos filósofos han dado a las grandes preguntas. Notarás que algunos se van a contradecir entre sí, lo que ha llevado a muchos a estancarse en el escepticismo o el relativismo. Tal vez estés de acuerdo con unos y con otros no tanto. Pero te garantizo que irás desarrollando un criterio propio. Y esa necesidad de ideas que todos tenemos, ese anhelo por saber del que habla Aristóteles en su Metafísica, nunca se verá saciado. Siempre estarás en búsqueda de la sabiduría. Y eso es lo bello de la filosofía: nunca se termina. Y pienso que por eso actualmente muchas personas se están acercando a beber de sus fuentes.
Mi recomendación: ¡A leer directamente a los filósofos!


Muchos están cansados de la sequía intelectual, de la estupidez mediática e insustancial con la que se intenta mantenter sedados y atados a gran parte de la población mundial, desde la ignorancia y los prejuicios, desde la aniquilación del asombro y admiración, desde el dar todo por sentado, desde el aniquilar la curiosidad en los niños y jóvenes, lo que lleva a un desprecio cultural por la filosofía y la ciencia. Y estos que están cansados de estás actitudes y tendencias actuales son los que están volteando a la filosofía, buscando un oasis en el desierto de lo aparentemente absurdo de la existencia.

Si llegaste hasta este punto, te agradezco tu tiempo por leerme. 

Saludos a mis tres lectores.

—Alejandro Lucero