Comenzaré este ciclo de escritos, donde hablaré sobre algunos filósofos relevantes dentro de la Historia de la Filosofía, con Tales de Mileto, procedente de Jonia, ubicada en Asia Menor. Te preguntarás la razón por la que la mayoría de los manuales de historia de la filosofía comienzan hablando sobre este pensador. Y la razón es relativamente sencilla. Según los eruditos es con Tales de Mileto que da comienzo la filosofía griega y, siguiendo esta tradición, también iniciaré con este pensador.
En la imagen se puede ver resaltado en azul a Jonia
La idea de estos escritos es contarte de forma sencilla, dentro de lo posible, algunos datos históricos y esbozos de la filosofía de los filósofos a los que daré tratamiento en este Blog de fyccel. Bien, demos inicio.
Tales de Mileto, como decía, vivió en Mileto en Jonia, entre el siglo VII y VI a.C. Por desgracia, no contamos con escritos o libros de él, sino que lo que sabemos de él básicamente proviene de la tradición oral. De acuerdo con esta, Tales fue quien inició la filosofía de la physis —naturaleza, en griego—, afirmando la existencia de un arché —principio— originario, que es causa de todas las cosas. Para él, tal principio era el agua.
Tales de Mileto
Esta afirmación del agua como principio de todas las cosas tuvo un impacto tremendo en el desarrollo del pensamiento filosófico y científico, pues con ella se constituye algo que se conoce como el paso del mito al lógos, esto es, el paso de la explicación de un fenómeno desde el mito a la explicación o fundamentación de un fenómeno partiendo de la razón. Para explicar el origen de las cosas, entonces, ya no se recurre a la divinidad como causa, sino que, con la luz de la razón, se llega a la conclusión de que la causa de todo no tiene por qué necesariamente vincularse o explicarse a partir de dioses, sino desde causas que se derivan de la misma naturaleza.
El agua entendida como arché se puede entender como el principio del cual provienen todas las cosas y también hacia lo que tienden. Además, es la razón por la cual son y subsisten las cosas. En virtud de esta relación del principio con la physis —recordando que este término significa naturaleza—, a los primeros filósofos se les llamó físicos o naturalistas. Por supuesto, no son físicos en el sentido moderno de la palabra, como aquellos científicos que describen la naturaleza con formalismo matemático, sino que son físicos en cuanto que identifican al arché con la naturaleza, tendiendo más a la descripción cualitativa que cuantitativa.
El agua como principio de todas las cosas
En el caso de Tales, este arché es el agua. Aristóteles dice que Tales probablemente llegó a la conclusión de que el agua era el elemento primario de todas las cosas como sigue:
“[...] llegando a [dicho] concepto quizás al ver que todas las cosas se nutren de lo húmedo, y que el calor mismo se genera a partir de la humedad y por ella se conserva (y que aquello a partir de lo cual vienen las cosas al ser es principio de todas ellas). De este hecho sacó su noción, así como del hecho de que las simientes de todas las cosas tienen una naturaleza húmeda, y el agua es el origen de la naturaleza de las cosas húmedas” (Aristóteles, Metafísica, 983b 22).
Tales de Mileto seguramente asoció la vida con el agua, cosa que no es tan difícil de asociar, dado que la vida está ligada en cierta forma a la humedad y esta humedad presupone el agua. De esta manera, como bien puntualiza Reale: “Todo proviene del agua, todo sustenta la propia vida mediante el agua y todo finaliza, a su vez, en el agua”. (Historia del pensamiento filosófico y científico, I)
Algunos trataron de minimizar la aportación de Tales argumentando que esa idea la había tomado de Homero, y otros recordando la creencia de que los dioses juraban sobre la Estigia —laguna de los infiernos, hecha de agua—, señalando que aquello por lo que se jura tiene primacía. No obstante, es muy diferente la postura de Tales con estas que acabo de mencionar. Tales llegó a la conclusión del agua como arché con puro razonamiento, con la luz del logos, mientras que los otros se sirvieron del mito.
Otra cosa que algunos señalan es que el agua de Tales no consiste en el elemento que bebemos o con el que interactuamos ordinariamente. Esta agua se debe de considerar de forma totalizante, como una phyisis líquida originaria, de la que se deriva todo y de la que el agua con la que interactuamos y consumimos no es más que una de sus múltiples manifestaciones.
Con Tales surge el problema del arché, el problema de la determinación y de la búsqueda del principio de todas las cosas, inaugurando una forma bellísima de buscar el fundamento de lo real: la filosofía.
El mérito de Tales fue ver el problema de lo Uno en lo Múltiple, o sea, cómo explicar a partir del agua las diferencias entre las cosas. La filosofía trata de entender esta multiplicidad de cosas que percibimos, cuál es su esencia, su estructura, su naturaleza, su dinamismo, su relación, sus características, etc., y el entender significa aquí para el filósofo el identificar el primer principio que subyace, que subsiste dentro de toda esta multiplicidad de cosas. Cabe decir que, para Tales, esta unidad, plasmada en el agua, es material, de modo que aún no se llega a los sistemas metafísicos que se plasmarán en el pensamiento de Platón y Aristóteles. Pero sobre ellos hablaremos después.