Modulo 0. ¿Qué es la filosofía?
Sección 1. ¿Qué es filosofía?
Bienvenido a este Curso Introductorio de Filosofía. Soy tu maestro, Alejandro Lucero. Aprovecharé este espacio para complementar la información que está en los videos de las sesiones. La idea es que te sirva como una fuente de notas, cosa que te recomiendo que realices, en caso de que te inscribas en este curso. Cada video va a tener una sección de notas y material bibliográfico complementario.
En mis estudios de física me topé con un término muy interesante: Hacer talacha
. Si no eres de México, el hacer talacha
se utiliza en muchas universidades —sobre todo en las facultades de ingeniería y ciencias exactas— para denotar el hecho de realizar muchos apuntes, mucho trabajo duro o, como también se suele decir, arrastrar el lápiz. Tras muchos años de estudio he podido constatar, tanto en mis estudios filosóficos como científicos, que la toma de apuntes es muy valiosa para propiciar la síntesis de información. Aunado a esto, es un extra el realizar organizadores gráficos, de manera que te sirvan para recordar esta información en una consulta posterior. Pero bien, esto no es un curso de métodos de estudio, sino de filosofía. Por lo que sin mayor preámbulo, entremos en materia.
Origen del término filosofía
La mayoría de los cursos inician con una definición etimológica. Supongo que alguna vez te has topado con esta clase de definiciones, pero si no, aquí te daré una breve explicación. En lógica, en ciencias y en filosofía, la definición se emplea para delimitar una cosa, de manera que se enuncien las notas esenciales, mostrando lo que la cosa es. Algunas características de una definición son que debe ser concisa, breve, afirmativa y procurar que lo definido no entre en la definición. En el caso anterior se tiene como resultado una definición real. Sin embargo, aquí estamos interesados en una definición etimológica, que se refiere a una delimitación con base en el origen de la palabra que se intenta definir. En esta situación, la filosofía es un compuesto de términos griegos: φιλὸς (philós) = amor y σοφὶα = sabiduría —aquí en vez de σοφὶα, lo propio sería utilizar el término σοφος, pero para propósitos demostrativos opté por utilizar σοφὶα—. Por lo que la definición etimológica de filosofía es amor a la sabiduría.
De acuerdo con Cicerón, un gran orador y pensador romano, el término filósofo, del que proviene filosofía, se le atribuye a Pitágoras de Samos —de quien hablaremos constantemente en este curso—. Probablemente utilizaba el término filósofo para referirse a sí mismo y a todos aquellos que, conscientes de sus limitaciones, están en constante búsqueda de la verdad, de la sabiduría, de la belleza, del conocimiento. Esta búsqueda lleva consigo la conciencia de que el objeto al que se aspira es escurridizo e inabarcable para la mente humana, lo cual en cierta forma es benéfico para la realidad humana, que tiende a aburrirse de aquello que ya tiene o de aquello a lo que ya está habituada.
El filósofo, pues, está en un estado de peregrinaje, de camino, guiado por una serie de preguntas que cualquier persona con uso de razón se ha realizado en algún momento de su vida: ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo de hacer? ¿Qué puedo esperar? ¿Seguiré viviendo después de la muerte o me fundiré en el abismo de la nada? Todas estas preguntas que toda persona se ha realizado en la intimidad de su conciencia e incluso llegando a externarlas con sus seres más cercanos, reflejan la inquietud y la búsqueda del sentido de nuestra existencia, que expresan un deseo: el de que nuestra vida, nuestro ser, nuestro quehacer, no sean en vano.
La filosofía es una constante búsqueda, guiada por preguntas semejantes a las que expresé hace unos instantes. Si te das cuenta, la respuesta que se dé a cada una de ellas pone en juego todo el ser de la persona. Sí, puedes aparentar una indiferencia ante ellas, vivir como si no te importaran, pero eventualmente se te aparecerán con una fuerza impelente, y esta fuerza con que se te presentan es lo que en última instancia te mueven a filosofar.
El sentido de la filosofía
A diferencia de lo que ocurre con otras disciplinas o ciencias, resulta un tanto complejo el proporcionarte una definición de filosofía sin antes haber tenido una vivencia de la misma. Pero aquí te va una que se suele dar en algunas aulas de clase de nivel bachillerato —si es que en tu país donde vives aún se sigue dando la filosofía a ese nivel—: ciencia que estudia todas las cosas por sus causas últimas. En esta definición hay algo muy cierto: a la filosofía le concierne todo y trata de buscar el fundamento de la realidad a través de la razón. Sin embargo, seguramente esta definición no te dice nada sobre el ser y quehacer de la filosofía; y con justa razón, pues no has tenido una vivencia de ella.
Siguiendo una idea que desarrolla el filósofo Manuel García Morente, en su famosa obra Lecciones preliminares de filosofía, hay que hacer una distinción entre erudición y vivencia. Tú puedes, por ejemplo, estudiar en el Google maps las calles de París: conocer sus callejones, sus avenidas principales, sus parques, sus centros turísticos, etc. Puedes saber tanto sobre París al grado de que te puedes convertir un experto y saber dónde está cualquier tipo de local, residencia o negocio. Serías un erudito sobre las calles de París, pero no has tenido la experiencia de vivir París. En cambio, una vivencia consiste en estar en las calles de París, deambular por ellas, incluso llegar a perderte en ellas: disfrutar de sus aromas, visualizar sus colores, oír sus sonidos, sentir el calor o el frío en el ambiente. Esto es una vivencia. Y sin duda que resulta mucho más enriquecedora esta experiencia y se imprime con mayor profundidad en la memoria de quien ha tenido esta vivencia que el que solo ha disfrutado intelectualmente y a la distancia de París.
Ahora bien, ¿cómo tener esta vivencia en la filosofía? Pues, naturalmente, ahí no podemos deambular físicamente como en el ejemplo de las calles de París. De forma necesaria tendríamos que usar nuestro intelecto para acceder a la vivencia filosófica, de modo que no hay de otra que el acercarse a leer de forma directa a los filósofos de las distintas etapas de la historia de la filosofía. ¿Quieres tener una vivencia de la filosofía de Aristóteles, Kant, Schopenhauer, Nietzsche, Camus, Russell? Pues hay que leer las obras de Aristóteles, Kant, Schopenhauer, Nietzsche, Camus y Russell, a tal grado que te familiarices con los términos que cada uno utiliza en el desarrollo de su pensamiento filosófico. Sí, es muy bonito mirar videos, resúmenes, posts y cosas por el estilo. Pero aquí en fyccel te recomendamos que leas de forma directa a los filósofos. Y nuestra propuesta es que lo hagas de forma un tanto secuencial, siguiendo el devenir histórico y, por qué no, aprovechando la guía y seguimiento que le damos a nuestros cursistas, sobre todo en foros de discusión, moderados por mí.
Después de haber revisado a los filósofos de las distintas épocas de la historia de la filosofía y haber estudiado las diversas ramas de la filosofía, entonces podrás formar una concepción madura y propia de la filosofía. No obstante, te advierto, la filosofía es una tarea de toda la vida y la idea que tengas de ella se va a ir modificando conforme vayas teniendo la vivencia de ella en conjunto con las otras vivencias que tengas en otros ámbitos.
Orígenes de la filosofía
Ahora hablaré sobre los orígenes de la filosofía. Por origen, en este caso, me refiero no al lugar donde se dice que comenzó la filosofía como tal, sino al conjunto de actitudes que propician el surgimiento de la filosofía. Habiendo dicho esto, aquí no discutiré si la filosofía surgió en Egipto, India, China, Babilonia o Grecia, sino que me interesa que conozcas su origen múltiple, plasmado en la admiración y asombro, duda y conmoción y búsqueda del sentido.
Asombro y admiración: Para Platón, el asombro es el origen de la filosofía, mientras que para Aristóteles, la admiración era el impulso que llevaba a los hombres a filosofar. Estas actitudes se manifiestan notablemente en los niños, quienes suelen asombrarse y admirarse ante cosas que a muchos jóvenes y adultos dan por sentado. Lo anterior lleva a estos niños a realizarse preguntas, muchas de las cuales han llegado hasta a irritar a quien tiene que escucharlas. Por ejemplo, un niño se puede preguntar ¿por qué el cielo es azul?, ¿por qué la luna es redonda y no cuadrada o de otra forma?, ¿por qué es caliente el fuego?, ¿de dónde vienen los bebés? Ante esta clase de preguntas, hay algunas personas que suelen contestarlas con cierto enfado, diciendo cosas como
¡pues porque es así y punto!. Esta clase de actitud retrasa el desarrollo del pensamiento filosófico, científico y crítico, inhibiendo la generación y formulación de preguntas, pues del asombro surgen estas y de ellas el conocimiento.>
- Duda: Después de que he satisfecho el asombro y la admiración con el conocimiento de lo que existe, una actitud natural que surge es la duda. Sí, se va acumulando el conocimiento, ¿pero será verdadero? En este sentido, el pensamiento filosófico se origina ante el cuestionamiento de aquello que se me presenta como real, sean las cosas que conocemos o que aparecen ante nuestros sentidos o aquellas ideas que se nos comparten a través de textos, música, videos, publicidad, clases, etc. Aquí la duda, entendida como un estado de oscilación entre una idea y otra aparentemente contraria, es recomendable que se utilice como método, es decir, que se convierta en un medio y no en un fin, de modo que se pueda alcanzar la certeza en el espíritu.
- Conmoción y búsqueda del sentido: Una vez que se ha llegado al conocimiento de los objetos, que he practicado la duda como vía para alcanzar la certeza, me doy cuenta de que soy un ser que vive entre las cosas. Cobro conciencia de que soy un ser limitado, dado que me percato y constato en carne propia lo que Karl Jaspers llama situaciones límite —la muerte, el acaso, el fracaso, la enfermedad, la culpa, la traición, la desconfianza—. Pienso que sin esta conciencia de la finitud el filosofar no sería del todo posible, dado que la dificultad de la vida nos va curtiendo y nos lleva a plantearnos el sentido de nuestra existencia en medio del bullicio de las actividades cotidianas y del aburrimiento de la rutina. Con estas actitudes, el filosofar se puede vislumbrar como una mirada panorámica que permite contemplar el fundamento de lo real y las conexiones de los fenómenos y, más aún, el papel que desempeñamos nosotros en el cosmos, en nuestra vida, en nuestra ciudad y en el medio en el que nos desenvolvemos e interactuamos con el otro.
El lado práctico de la filosofía
A todo esto, ¿para qué estudiar filosofía? O, en otras palabras, ¿para qué inscribirme a este curso? A lo primero, debo decir que la filosofía ayuda a desarrollar el pensamiento crítico, esto es, te desarrolla una sensibilidad ante discursos religiosos, políticos, ideológicos y manipuladores, dado que te permite ubicar los puntos flacos de un argumento o razonamiento. Pero, por desgracia, el desarrollo de este pensamiento crítico no se realiza de la noche a la mañana. Estamos inmersos en la cultura del descarte, de la inmediatez, del tírese y úsese solo una vez. Y dado que somos seres que nos desarrollamos con el espíritu de nuestro tiempo, es difícil remar contra corriente tomando una pausa, un respiro y sumergirnos en el hermoso mar de la filosofía.
A lo segundo, quiero decir que este curso se realizó con la idea de que te animes a iniciar esta vivencia de la filosofía, acercándote a conocer las ideas de los filósofos griegos y uno que otro romano, en otros términos, acercándote a estudiar Filosofía Antigua. Nuestra principal intención, pues, es que leas de forma directa a los filósofos y que los videos de este curso, junto con las notas y el material de apoyo descargable te sirvan para esta faena. Para la generación de esta primera vivencia filosófica, proponemos los siguientes niveles de profundidad —ya dependerá de cada cursista el nivel de vivencia que quiera generarse—:
- Visualizar los videos y contestar los cuestionarios/exámenes.
- Hacer el paso 1, pero tomando notas personales.
- Realizar el paso 1 y 2, añadiendo la lectura del material descargable.
- Realizar el paso 1 al 3 y acercarse a leer fragmentos de los filósofos.
- Leer alguna obra de los filósofos antiguos.
- Familizarse a detalle con alguno de ellos —ex.gr., Platón, Aristóteles, Plotino—.
- Estudiar las ramas de la filosofía a detalle.
- Estudiar las siguientes etapas filosóficas y leer directamente a los filósofos.
Como podrás ver, es un itinerario ambicioso que naturalmente no se va a culminar con este curso, sino que nuestra idea es sembrar una semilla que te motive a que sigas aprendiendo por tu cuenta o acompañado del profesional de la filosofía de tu preferencia. El chiste es que desarrolles tu pensamiento crítico, que pienses por ti mismo. Y hay un remedio muy bonito y práctico: leer y escribir.
Bien, respecto a lo del lado práctico de la filosofía, en el video abordo esta cuestión.
Si llegaste hasta este punto, te felicito y te agradezco tu atención. Y en caso de que te animes a tomar este curso, espero y te resulte ameno y que aprendas mucho.
Sapere Aude
Alejandro Lucero