Módulo 6. Aristóteles

Sección 1. Vida y obras de Aristóteles

Niñez y juventud


Aristóteles nació el año 384 a.C. en Estagira (Tracia). Su padre Nicómaco era médico de cabecera del rey de Macedonia, Amintas II, y su madre procedía también de familia médica, de modo que el estagirita llevaba en la sangre el amor a la ciencia natural.​

A los 18 años marchó a Atenas, donde, en la Academia, se hizo discípulo de Platón, que contaba con unos 60 años, y allí permaneció 20 años hasta la muerte del maestro.​

Aristóteles sintió profunda veneración por su maestro, si bien, dado su distinto talante espiritual, era inevitable cierta distanciación entre ambos. Esto dio por resultado que Platón no nombrara a Aristóteles sucesor de la Academia, sino a su sobrino Espeusipo.

 

Con Hermias en Aso


A la muerte de Platón, Aristóteles abandonó la Academia y marchó con su antiguo condiscípulo, Hermias, príncipe de Aso, en la Tróade. Esta estancia de tres años en Aso fue para él tiempo de intenso trabajo y tuvo importancia en un triple aspecto:​

 

  1. En la corte conoció a Pitia, sobrina de su amigo, que fue su mujer y le dio una hija del mismo nombre. Pero murió de sobreparto, y Aristóteles se casó más adelante con Herpyllis, de quien tuvo a su hijo Nicómaco.​

  2. Entró en estrecha relación con Teofrasto, antiguo discípulo de Platón, que había de sucederle de la escuela peripatética. Teofrasto era oriundo de Ereso, en Lesbos. Los persas crucificaron a Hermias y Aristóteles tuvo que marchar a Lesbos.​

  3. Hermias, que mantenía una alianza antipérsica con los reyes macedónicos, recomendó al rey Filipo a Aristóteles como educador de su hijo Alejandro. Aristóteles ocupó este puesto el año 442 a.C. y lo desempeñó hasta la ascensión de Alejandro al trono el año 336 a.C. Para su discípulo escribió un tratado Sobre la monarquía y un segundo Sobre la colonización; los dos se han perdido.

 

Peripatéticos


El año 336 a.C. marchó Aristóteles a Atenas y allí fundó, en el recinto sagrado de Apolo Licio, una escuela que de ahí recibió el nombre de Liceo. La corte macedónica le regaló un hermoso gimnasio con un grupo de edificios, algunos jardines y un pórtico cubierto. Desde este pórtico para pasear (peripatos), recibieron los miembros del Liceo el nombre de peripatéticos.​

Con ayuda de la corte pudieron también organizarse una biblioteca, un jardín zoológico y una colección de historia natural. Las expediciones de Alejandro trajeron muchedumbre de nuevas plantas y animales, e impulsaron al maduro Aristóteles más y más hacia la investigación empírica. La organización de la escuela era tan perfecta que, durante los doce años que la dirigió, Aristóteles pudo crear una obra científica maravillosa. Su escuela sobrepujó muy pronto a la Academia de Platón y a la escuela retórica de Isócrates.

 

Vejez y muerte


La muerte de Alejandro Magno, el año 323 a.C., desencadenó en todas las ciudades de Grecia una persecución contra el partido macedónico. Aristóteles, como antiguo educador del rey, fue muy pronto acusado de impiedad. Espeusipo, sucesor de Platón; Isócrates, director de la famosa escuela ateniense de oradores, pero también Demóstenes y la chusma azuzada por él, pedían su ejecución o, por lo menos, el destierro.​

Para no dar ocasión a los atenienses de “pecar otra vez contra la filosofía”, Aristóteles huyó a Calcis, de Eubea, donde murió un año después. Su testamento nos muestra la noble humanidad del gran pensador. Todavía se preocupa de su mujer e hijos, da la libertad a la mayoría de sus esclavos y dispone se lleven a su sepulcro los huesos de su primera mujer, “como ella misma deseó”.

 

Obras


Los escritos de Aristóteles son obra de tres períodos principales:

 

  1. El de sus relaciones con Platón.

  2. Los años de su actividad en Aso.

  3. La época de su dirección del Liceo en Atenas.​

 

Estas obras se dividen en exotéricas (que fueron escritas la mayor parte en forma de diálogos e iban dirigidas al gran público) y en pedagógicas —que eran resúmenes de las lecciones dadas por Aristóteles en el Liceo—. De las obras del primer grupo solamente existen fragmentos, mientras que de las del segundo son muchas las que han llegado hasta nosotros.

Estas obras pedagógicas fueron dadas a conocer al público por vez primera en la edición que de ellas hizo Andrónico de Rodas (60-50 a.C.) y le granjearon a Aristóteles fama de escritor de árido estilo, no embellecido por gracias literarias. Se ha señalado que, si bien Aristóteles fue un gran inventor de términos filosóficos, no se cuidaba gran cosa del estilo ni de la belleza verbal, pues el interés que ponía en la filosofía era demasiado grave para admitir el empleo de metáforas en vez de claros razonamientos o para caer de nuevo en el mito.

 

Primer período: relación con Platón


Durante este período su actividad literaria puede decirse que se adhirió fuertemente a Platón, su maestro, así en lo tocante al contenido como, al menos en general, respecto a la forma.​

A este período pertenece el diálogo* Eudemo o Sobre el alma*, en el que Aristóteles comparte la doctrina platónica de la reminiscencia y de la aprehensión de las Ideas en un estado de preexistencia, y se muestra dominado, en general, por la influencia de Platón. Defiende la inmortalidad del alma en términos inspirados en el Fedón. Aristóteles presupone la preexistencia y la sustancialidad del alma, y también la existencia de las Ideas.

El Protréptico pertenece también a este período. En esta obra se mantiene la doctrina platónica de las Formas, y se describe al filósofo como al contemplador de las Ideas mismas y no de sus imitaciones. En esta obra recalca lo deleznable de los bienes de la tierra, y pinta esta vida como la muerte o la tumba del alma, que solamente entre en la vida superior y verdadera mediante la muerte del cuerpo.​

Es probable que las partes más antiguas de los escritos sobre lógica, de la ´Física y acaso también el De anima (Libro I) daten de este período.

 

Segundo período


En este período Aristóteles comenzó a apartarse de su primera posición predominantemente platónica y a adoptar una actitud más crítica para con las doctrinas de la Academia. Él se consideraba todavía, por supuesto, como académico, pero había entrado ya en la fase de la crítica o del creciente criticar las teorías del platonismo.​

Al parecer, un primer esbozo de la Metafísica se remonta, en cuanto a su origen, a este segundo período, que es de transición. Tal esbozo comprendería el libro A, el libro B, y el libro Λ.​

Algunos consideran que la Ética a Eudemo pertenece a este período y que data de la permanencia de Aristóteles en Aso.

Quizá date también de este período una primitiva Política, que trata del Estado ideal. Las utopías al estilo de la República platónica son criticadas por Aristóteles.​

Los escritos De caelo y De generatione et corruptione son atribuibles con probabilidad a este período.

 

Tercer período


Este período corresponde a su actividad en el Liceo. Durante él aparece Aristóteles como el observador empírico y el científico que, no obstante, trata de levantar todavía una robusta construcción filosófica sobre firmes cimientos hondamente anclados en la tierra.​

Es asombrosa la capacidad de organización de que da pruebas Aristóteles en esta última fase de su vida con respecto a toda suerte de detalladas investigaciones en los dominios de la naturaleza y de la historia.​

Las obras del tercer período pueden dividirse así:

 

Escritos sobre lógica —reunidos en la época bizantina bajo el título Organon—:​

 

 

Escritos metafísicos:​

 

 

Obras sobre filosofía natural, ciencias naturales, psicología, etc.:​

 

 

Obras sobre ética y política:​
 

 

Obras sobre estética, historia y literatura:​

La sola lista de las obras de Aristóteles muestra bien claramente que su mentalidad era muy diferente de la de Platón, pues se hace evidente en cuanto se la lee, que Aristóteles se orientó hacia lo empírico y lo científico y que no tendía a tratar los objetos de este mundo como semiilusorios o inapropiados para ser objetos del conocimiento.

Introducción a la Filosofía

Módulo 1. Del mito a la razón: filósofos jónicos y el enigma de Heráclito

Módulo 2. Entre números y unidad: pitagóricos y eleatas en la filosofía

Módulo 3. Perspectivas pluralistas: Empédocles, Anaxágoras y la filosofía de los atomistas

Módulo 4. Sofistas y Sócrates: entre la retórica y la búsqueda de verdad

Módulo 5. Platón

Módulo 6. Aristóteles

Módulo 7. Sabiduría antigua: filosofía del período helenístico-romano